La muerte de este artista causó ondo pesar en la colectividad lojana y en los medios artísticos.
MUERTE DEL ARTISTA
(Tomado del Diaro el Siglo, en una nota Periodística escrita por el Dr. José Bolivar Castillo.)
"Me pude enterar de su fallecimiento en Macará, el mismo día que debía efectuarse su sepelio. El tiempo y el espacio de Loja y de la música nacional acaban de perder uno de sus más brillantes maestros.
Espíritu noble y grande el de Don Manuel de Jesús Lozano, encontró en la música el mejor lenguaje para poder expresarse . El violín fue su instrumento predilecto , fue un de los grandes compositores lojanos. Su obra fecunda es solo comparable a la de Salvador Bustamante Celi, Segundo Cueva Celi, Marcos Ochoa Muñoz. Loja debe publicar y difundir por todos los medios su obra integrada por casi un centenar de composiciones como pasillos, pasacalles, valses criollos y música diversa de carácter religioso y cívico que traduce el sentimiento de nuestro pueblo.
Como no recordar en este momento con inmensa gratitud el extraordinario gesto que el Maestro Lozano tuvo para con el autor de este dato periodístico, dedicándole un pasacalle que lo llamó "Alcalde 88" interpretado por la Banda Sinfónica Municipal y que se encuentra grabado en uno de los discos editados por la Ilustre Municipalidad de Loja."
La muerte de este artista causó ondo pesar en la colectividad lojana y en los medios artísticos. Habiendo sido uno de los más destacados compositores lojanos, perdiendo uno de sus más altos valores, que contribuyó de manera positiva al desarrollo del arte musical lojano.
Además de haber dado su aporte fecundo de su vocación para enriquecer el florilegio de la canción lojana y nacional. Su sepelio se realizó el día Domingo 24 de abril de 1994, en medio de la consternación ciudadana, habiendo recibido un homenaje fúnebre del Alcalde, en representación del Cantón Loja
(Tomado del Diario el Siglo de Loja del Editorial titulado Una deuda Don Manuel de Jesús Lozano, escrito por William Brayanes.)
¨No bien nos disponíamos a abrir lo que será el segundo tomo del Festival de la Lira y la Pluma Lojanas, una lágrima de luz ha humedecido ya su primera página, con la desaparición terrenal de quien en vida fue una de las mejores glorias que tuvo y tendrá el pentagrama lojano y nacional: Don Manuel de Jesús Lozano. Se veía venir, se comentaba en voz baja. La salud de don Manuelito le estaba pasando una mala jugada. Sus manos virtuosas para la ejecución de la guitarra, la bandola y el violín , habían pasado de ágiles colibríes a mansas palomas. Su familia, sus amigos, sus seguidores lo sabían y callaban compungidos, buscando la explicación en el área terrenal y el consuelo en la longitud de los cielos.
Se apagaba de a poco el sirio que otrora alumbró la leyenda vivente de un ser humano, que desde muy niño aprendió a escarmenar notas de amor y ternura. Se secaba el mar de una inspiración que parecía infinita y que gota a gota iba colmando el vaso sediento de esta Loja, musical y romántica.¨